miércoles, 20 de junio de 2012

Vatileaks: el reality show del Vaticano

Un milagro. Eso necesitaría El Vaticano en estos momentos para solucionar los conflictos tan terrenales que aquejan a la pequeña pero poderosa ciudad-estado instalada en el corazón de Roma.
El Papa Benedicto XVI con sus 85 años, lee y corrige a mano su correspondencia y a esta altura de los acontecimientos está claro al menos que al teólogo alemán, tomó decisiones erradas y hoy paga los precios de esa impericia. El llamado “Vatileaks” está dejando al desnudo cuales son las preocupaciones del Poder en el Vaticano, algo de lo que siempre se sospechó pero de lo que nunca, hasta ahora, hubo tantas pruebas.
Repasemos: A fines de enero comenzaron a aparecer filtraciones de cartas y documentos internos del Vaticano que mostraban las feroces internas que por cuestiones de poder y dinero asolaban y asolan a la cima del poder eclesiástico. Inmediatamente se dispuso una investigación interna para detectar el origen de las filtraciones, encontrar a los “topos” o “Il corvo” (el cuervo) como lo llama la prensa italiana.
El pasado 23 de mayo la Guardia Suiza (histórico cuerpo de seguridad del Vaticano) detuvo al mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, acusándolo de ser ” Il Corvo” o al menos uno de ellos. Sospechosamente la detención de Gabriele – que está en una sala de seguridad porque en Vaticano no hay cárceles – prácticamente coincidió con la salida del libro “Sua Santita (Su Santidad)”, del periodista Gianluggi Nuzzi, que recopila las filtraciones mencionadas.
Pero lejos de frenarse, el drenaje continuó. El fin de semana, el diario La Repubblica, publicó nuevos documentos acercados por los” cuervos” y a través de las mismas páginas se blandió la amenaza de difundir más si no se liberaba al mayordomo considerado “un chivo expiatorio”.
Las amenazas tienen nombre y apellido: Tarcisio Bertone y George Gaenswein, Secretario de Estado del Vaticano y secretario privado del Papa respectivamente y por eso, todas las miradas en entre quienes siguen los avatares políticos de la Iglesia católica están dirigidas a Angelo Sodano, antecesor de Bertone y su principal crítico.
Pero más allá de la coyuntura, el escándalo de las filtraciones sacude fuertemente a una institución con más de 2000 años de historia, una historia con internas mucho más feroces y crueles pero nunca con semejante nivel de difusión. Está claro que en tiempos de espectacularización de la realidad ni siquiera una institución como la Iglesia Católica Apostólica Romana puede sustraerse a la mirada pública sobre sus miserias.
La pregunta que subyace es ¿Cómo resignificará la Iglesia este episodio? Lo podrá superar sin mayores daños colaterales o es la parte que le toca a la Iglesia de una nueva era que nos y la cambiará para siempre?
Por lo pronto Benedicto busca superar el conflicto limitándolo a un caso policial. Su vocero, Federico Lombardo, no hace interpretaciones sobre el caso, pide atenerse a los hechos del robo de documentos y dice que el Jefe de la Iglesia tiene “un dolor particular” por lo sucedido.
A la par, el Papa continúa con su agenda de actividades. El pasado domingo 3 de junio, cerró en Milan el VII Encuentro Mundial de las Familias, donde defendió el formato tradicional de la misma contra el avance del matrimonio homosexual.
Y hoy la Congregación para la Doctrina de la Fe, notificó a la monja estadounidense Margaret Farley que su libro sobre ética sexual, contiene “errores y ambigüedades”. La Congregación, es la continuación de lo que fue el Tribunal de la Inquisición y fue presidido por Joseph Ratzinger hasta que se transformó en Benedicto XVI.

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