miércoles, 30 de mayo de 2012

Y si Grecia es Cuba?

La inmensa crisis política y económica que afecta a Grecia lleva a inmediatas comparaciones con lo que fue la crisis terminal del 2001 en nuestro país, pero a la luz de los últimos acontecimientos hay otra comparación válida: Grecia podría convertirse en breve en Europa en un símil (guardando las lógicas diferencias) de lo que fue Cuba en Latinoamérica en los años 60, en el sentido de ser (después de mucho tiempo) el primer país de la Unión Europea (que no es lo mismo que la Eurozona) en tener un gobierno de izquierda.
Por supuesto esta aseveración parte de la base de no considerar como de izquierda a los gobiernos socialdemócratas que gobiernan  y han gobernado diferentes países europeos en los últimos años, acordando políticas de estado con sus tradicionales adversarios de centroderecha (la moneda única por ejemplo o el ingreso a la OTAN) y perdiendo en ese “acordar” precisamente su condición de “siniestra”.
En las elecciones que se avecinan en Grecia el próximo 17 de junio (ante la imposibilidad de formar gobierno de las fuerzas que obtuvieron representación parlamentaria en la última elección) todo parece indicar que se impondrá la coalición de izquierda radical Syriza y su carismático líder Alexis Tsipra que enfrenta abiertamente las políticas de ajuste promovidas por la “troika” (FMI, BCE y Unión Europea) y los partidos tradicionales.
Si Tsipras logra conformar gobierno y se erige como Primer Ministro es probable que en materia económica (más allá de su deseos de frenar el ajuste permaneciendo en la eurozona) conduzca a Grecia fuero del Euro, vuelva al Dracma y devaluación mediante busque nuevos mercados más accesibles que los de la rígida Unión Europea. En ese sentido ya tiene pautadas giras por Asia (China) y Latinoamérica.
Claro que estas políticas económicas tendrán consecuencias políticas (y viceversa) y podrían llevar al país heleno a una situación similar a la de la Cuba de los 60: Solitario y emblemático bastión de la izquierda en el continente y faro para aquellos simpatizantes de las ideas que tomaron su identificación de la ubicación en el recinto del parlamento francés (post revolución de 1789) de los diputados más revolucionarios.
¿Acaso es improbable suponer que Tsipras al tomar medidas a la “argentina” como todo parece indicar que hará (devaluación, cierre de importaciones, etc.) termine sacándose una foto con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y haciendo acuerdos petroleros con Hugo Chávez o su eventual sucesor bolivariano?
La contracara es que no solo los socialdemócratas se corrieron al centro en los últimos años, también los partidos conservadores se movieron en el mismo sentido con el objetivo de acordar políticas de estado con sus tradicionales rivales.
Y en ese ir, perdieron su ala más de derecha que también ha cobrado vuelo en muchos países de la mano de la crisis económica, en Grecia, sin ir más lejos, los neonazis de “Amanecer Dorado” bordearon el 7% y lograron por primera vez representación parlamentaria y en Francia por primera vez desde el fin de la 2da guerra el nacionalismo de derecha del Frente Nacional alcanzó los 19 puntos.
Por eso, no es imposible imaginar que en unos años no solo haya una “Cuba” en Europa sino también que, paradójicamente o no, asome un nuevo Fuhrer.

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